Ha llegado la hora de que, si no se está haciendo ya, el ámbito de la empresa apueste sin ambages por la seguridad vial laboral. Son conceptos clave, máxime en la sociedad actual, donde la movilidad —valga la redundancia— resulta imparable en tantas compañías. No hay freno ni marcha atrás, incluso en estos tiempos de teletrabajo e hiperconectividad en distintos foros. Por no hablar de quienes directamente, dadas las características del sector, han de ponerse al volante sí o sí. Véanse autobuses, ambulancias, taxis, mercancías, mensajería o paquetería, por ejemplo.

«Se podría resumir como el conjunto de acciones y medidas encaminadas a promover la seguridad en los desplazamientos de los trabajadores y trabajadoras, tanto dentro de su jornada como en los desplazamientos in itinere, que son al ir o volver del trabajo», explica Fidel Hurtado, director de Prevención de Riesgos Laborales del Grupo Haxelia en Murcia y Alicante.El experto arguye que «el riesgo de accidente de tráfico se considera potencialmente alto, valorando la severidad y probabilidad como en cualquier otro riesgo». Y, a continuación, aporta datos ad hoc de la situación en España: «En 2021, el 10,9% de los accidentes laborales fueron de tráfico; y de los accidentes laborales mortales, el 29,1% son accidentes de tráfico». Según un informe de Asepeyo y de la Fundación CNAE de ese año, la siniestralidad vial laboral aumentó un 18% y la mortalidad en este tipo de accidentes ascendió un 38%. Con este balance tan prosaico quedan demostradas «la importancia y la gravedad del asunto, que, después, no se ven reflejadas en la concienciación de las empresas», alerta Hurtado, «donde se percibe como un tema secundario dentro lo que se engloba la prevención de riesgos laborales».

Prevención, rigor y concienciación

La inquietud por la seguridad vial genera gran interés en diferentes ámbitos sociales y en los medios de comunicación de todo el mundo. «Anualmente, se producen miles de accidentes de tráfico con graves repercusiones humanas y económicas que, en muchos casos, podrían haber sido evitados con la aplicación de medidas preventivas», apuntan desde el grupo de trabajo de la Comisión Nacional de Seguridad y Salud en el Trabajo (CNSST).

Y, en este sentido, la denominada seguridad vial laboral se revela como un parámetro crucial: «Las actuaciones van desde la ergonomía, cuidando la postura, el respaldo, el reposacabezas, la zona lumbar, las manos al volante, etcétera, hasta los propios peligros inherentes a llevar una velocidad inadecuada, el consumo de alcohol o las condiciones del vehículo», enumera Fidel Hurtado, también colaborador de Plataforma Laboral Life, proyecto que fomenta las buenas prácticas y el humanismo como motor de la excelencia empresarial, el bienestar personal y la productividad.

Porque hay una ley transversal no escrita: quien trabaja a gusto y en circunstancias dignas suele rendir mejor.Por otro lado, es necesario que no se pierda el control de calidad, el rigor. Quien deba conducir con asiduidad para su desempeño profesional, debe saber que su automóvil se mantiene correctamente y ha pasado las revisiones periódicas, la ITV (inspección técnica de vehículos) y, por tanto, que circula con todas las garantías. «También hay que considerar los riesgos asociados a las condiciones ambientales y proponer medidas adecuadas, como evitar la conducción de noche, comprobar faros y neumáticos, así como aumentar la vigilancia en caso de nieve o viento fuerte, entre otras precauciones. Por supuesto, un factor fundamental es el estado de las vías y las señales de circulación», esgrime el director de Prevención de Riesgos Laborales del Grupo Haxelia de Murcia y Alicante. Él sugiere a las compañías actualizar continuamente estos documentos preventivos. Porque ya se sabe que más vale prevenir que curar.

«La Unión Europea ofrece una guía electrónica sobre los riesgos relacionados con la seguridad vial laboral»

El factor humano y la responsabilidad

Ahora bien, como en la vida misma —y como en aquella novela de Graham Greene—, conviene valorar el factor humano. «Muchas veces nos olvidamos de las propias condiciones personales, como el estrés, la fatiga o la falta de sueño», declara el especialista. Mención especial a las distracciones con el teléfono móvil u otros dispositivos, que siguen a la orden del día. Las empresas han de instruir periódicamente a la plantilla para reivindicar y evidenciar la relevancia de la seguridad vial laboral. Que no haya relajación.

Y si persisten los tropiezos y vaivenes, los percances, quizá sea el momento de abordar una actuación psicosocial. Así lo estiman los expertos: «Como en otros tipos de accidentes, la buena salud emocional es primordial para reducir los riesgos. El factor humano, como en todos los percances, tiene un peso enorme», indica Fidel Hurtado. Por tanto, la experiencia, la motivación o el estado físico y psíquico del empleado o empleada se antojan esenciales.

Un informe del RACE de 2019 advertía que los siniestros viales laborales suponen en España 2.000 millones de euros al año, destacando al respecto —no sin estupor que «solo un 27% de los trabajadores recibe formación en seguridad vial, a pesar de que existen más de 69.000 accidentes viales laborales al año que han provocado una baja». Un llamamiento, sin demora, a la acción.Toca impulsar una mayor responsabilidad colectiva e individual. Un escenario que no dista de otros países del mundo, donde disponen de sus particulares normativas con idéntico objetivo.

«La seguridad vial laboral es el conjunto de acciones y medidas encaminadas a promover la seguridad en los desplazamientos de los trabajadores y trabajadoras»

Una inquietud de carácter global

Aquí no hay medias tintas. «La prevención de los accidentes viales laborales evitaría que se produjeran muchas víctimas. Por lo tanto, el desarrollo de la cultura de la seguridad vial en el entorno laboral contribuye favorablemente a aumentar la seguridad de los trabajadores», indican desde la web de la Dirección General de Tráfico (DGT). No en vano en el año 2013 se organizó el I Congreso Iberoamericano de Prevención de Riesgos Laborales y Seguridad Vial (Presevilab) en Perú, que tuvo su secuela en 2016 en Paraguay y este 2023 en Bolivia. Encuentros para mejorar la realidad de los países iberoamericanos en esta materia.

Al hilo de estas convocatorias, el director de la Fundación para la Seguridad Vial (Fesvial), Javier Llamazares, ha recalcado en ocasiones el esfuerzo compartido «tanto con la DGT como con la Unión Europea» para hacer hincapié en acciones «sobre normativa, factores de riesgo, buenas prácticas, jornadas y estudios a nivel nacional e internacional”. Desde Fesvial enfatizan que los accidentes de tráfico laborales, según datos de los últimos años, «en Europa representan un coste del 2% del PIB, pero en países  latinoamericanos este coste se eleva al 4%”.Una preocupación de carácter global que desde la Unión Europea se refleja, por ejemplo, en una guía electrónica sobre los riesgos relacionados con la seguridad vial laboral. Se llama VeSafe, la gestiona la Agencia Europea para la Seguridad y la Salud en el Trabajo y no deja lugar a dudas. Seguridad vial laboral: conceptos ineludibles que toda empresa debe defender a capa y espada.

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