La pandemia introdujo cambios forzosos en nuestro día a día, algunos de los cuales siguen vigentes. Entre ellos, el uso de la mascarilla. Son mayoría los países en los que la población debe seguir utilizándola en espacios públicos. Pero las mascarillas pueden tener una segunda vida y reutilizarse para que se conviertan en asfalto

 

Accesorio indispensable en términos de salud humana, resulta, en cambio, terrible para la del planeta. De los 3.400 millones de mascarillas de un solo uso que se calcula se desechan cada día, más de 1.500 millones acaban en el mar cada año, según calcula Ocean Asian. La ONG estima que el tiempo de descomposición de este material superará los 400 años.

 

ScienceDirect

La buena noticia al respecto llegaba hace unos meses desde Australia. Allí, un grupo de científicos de la Universidad RMIT de Melbourne daba a conocer las conclusiones de una investigación con la que se proponían reutilizar todas esas mascarillas en la construcción de carreteras.

 

El proceso de fabricación de este asfalto parte de una mezcla de hormigón reciclado (conocido por su siglas en inglés RCA), que se forma partir de desechos de la construcción. Este supone el 99% del material de estas carreteras, mientras que el 1% restante los constituyen las mascarillas quirúrgicas, previamente trituradas hasta lograr trozos cuyos tamaños no superan los 0,5 cm de ancho y los 2 cm de largo. Antes de triturarlas, se retiran las gomas con las que se sujetan las mascarillas en las orejas y los clips de alambre con los que se adapta a la nariz del usuario.

 

Según las conclusiones que el equipo que lidera el proyecto publicó en la revista ScienceDirect, la inclusión en el proceso de estas mascarillas proporciona al material resultante de mayor ductilidad, flexibilidad y fuerza.  Conclusiones extraídas después de someter a este nuevo asfalto a pruebas para comprobar su resistencia al agua, al estrés y su comportamiento antes las posibles deformaciones derivadas de su uso.

 

ScienceDirect

Además de una posible solución para el reciclaje de las mascarillas, los investigadores australianos consideran que iniciativas como esta pueden suponer una vía alternativa y mucho más sostenible a la extracción de recursos naturales para las obras de ingeniería civil. Según los datos que manejan, el sector de la construcción es el responsable de casi la mitad de los residuos que se generan a escala mundial.

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