Aunque suene a ciencia ficción, podría ser algo inminente: ir de un lado a otro de la ciudad por el aire se tercia como una alternativa más a incorporar entre las diferentes opciones de transporte urbano. El futuro, siguiendo el tópico, ya está aquí. Al menos, eso sostienen los protagonistas de uno de estos elementos del cambio. Volocopter, una empresa que diseña dispositivos voladores con posibilidad de llevar pasajeros, lleva más de una década en esa senda que parece modificar la movilidad.

Esta compañía, según cuentan desde su sede a On The Road Trends, “planea proporcionar un método alternativo de transporte aéreo urbano sostenible en las ciudades”. “Nos dirigimos particularmente a las urbes grandes y congestionadas del mundo, donde el terrestre ha superado su capacidad. Gracias a nuestros altos estándares de seguridad, podremos volar donde los helicópteros están actualmente prohibidos, no contaminaremos el aire ni causaremos contaminación acústica adicional en las ciudades porque nuestros aviones son supersilenciosos”, apuntan con convicción.

“Nuestro objetivo también es proporcionar un recorrido del cliente eficiente de principio a fin, a través de nuestra plataforma digital, VoloIQ. Así se conectarán personas, aeronaves, ubicaciones de vertipuertos, mantenimiento, etcétera para que tengamos datos a nuestro alcance para mover aeronaves donde sea necesario”, añaden.

Sus intenciones son firmes. Y ya llevan varias pruebas para constatarlo. Pero antes sería necesario explicar de qué se trata este proyecto. Volocopter forma parte de los eVTOL (siglas que designan a los vehículos eléctricos de despegue y aterrizaje vertical). El objetivo que se han marcado en 2024 es ofrecer un servicio de taxi volador para los Juegos Olímpicos de París, que se celebrarán en julio y agosto. Eso es lo que anunciaron en el Paris Air Forum celebrado hace tres años en la capital francesa.

Ofrecieron allí una demostración del funcionamiento del modelo Volocopter 2X en el aeropuerto de Le Bourget. El vuelo de prueba duró tres minutos y cubrió unos 500 metros a una altitud de 30 metros, con una velocidad de 30 km/h. El vehículo estaba vacío y era controlado a distancia. La idea de este tipo de eVTOL, en cualquier caso, es transportar dos pasajeros con equipaje. Y los trámites para llevar a cabo un recorrido trazado ya se estaban gestionando con la Autoridad de Aviación Civil francesa para hacerlo con seguridad.

Hoy, tres años después, el empeño sigue en esta empresa nacida en 2011. “Los tres fundadores estaban fascinados por los drones de juguete y el avance de la tecnología para volar en condiciones muy estables y al mismo tiempo ser ágiles en movimiento. Se reunieron para crear el primer multicóptero capaz de volar humanos. El Libro Guinness de los Récords nos acredita como el primer ‘multicóptero tripulado”, rememoran.

Imagen cedida por Volocopter

Volocopter suma más de 150 empleados en sus oficinas alemanas de Bruchsal y Múnich y en la de Singapur. Ya lleva varias generaciones de taxis voladores equipados con un sistema que permite ser sostenible. Además, la seguridad del vehículo, especialmente durante el aterrizaje, está garantizada por el diseño, según señalan. Y destaca por su bajo nivel de ruido: en funcionamiento, este eVTOL emite un sonido similar a un zumbido, imperceptible a una altura de 100 metros, según anotan entre sus características.

“El VoloCity, el taxi aéreo de nuestra empresa, no es un helicóptero”, advierten. “Somos eléctricos, tenemos 18 motores y rotores, utilizamos tecnología de drones, etcétera. Estamos en el proceso de certificar este avión ante la Autoridad de Seguridad Aérea de la Unión Europea (EASA) para que sea comercial lo antes posible este año. El VoloCity tendrá los más altos estándares de seguridad, como cualquier avión Airbus que se vea hoy en los cielos”, defienden.

Tal y como exponen, este eVTOL alcanza una velocidad de más de 110 km/h, con una autonomía de al menos 35 kilómetros, y combina resultados tecnológicos sin precedentes con la máxima comodidad para el usuario. Según declaraciones en medios de Florian Reuter, consejero delegado de la empresa, estos vehículos “han sido estudiados y diseñados para servicios urbanos. Actualmente, en los taxis o en Uber viajan de promedio una o dos personas a la vez. Así que este es el vehículo perfecto para moverse por la ciudad. Es silencioso, seguro y ofrece una experiencia fantástica”.

Imagen cedida por Volocopter
Imagen cedida por Volocopter

“Queremos integrarlo a gran escala con otros modos de transporte y hacerlo accesible a todos”, argumentaba. Dicho objetivo es común en el mercado. Los principales fabricantes de automóviles  —desde Stellantis hasta Toyota y Hyundai u operadores globales de movilidad como Uber o AirBus— ya se han fijado en esto, a pesar de que implica crear un entorno operativo más completo, incluyendo la infraestructura física de despegue y aterrizaje o la integración en los sistemas de gestión del tráfico aéreo de las ciudades. 

Una realidad cada vez más cercana. Según el informe The Future of Vertical Mobility (El futuro de la movilidad vertical), elaborado por Porsche Consulting, aproximadamente 23.000 eVTOL destinados al transporte de pasajeros circularán en las metrópolis de todo el mundo en 2035. Se agregarían cientos de miles de drones eléctricos para entregas de mercancías, agricultura de precisión, búsqueda de personas o transporte de fármacos de emergencia. Todo esto generaría un mercado global para el sector valorado en 74.000 millones de dólares (unos 69.000 millones de euros). 

Desde Volocopter creen que el potencial del sector llegaría hasta los 300.000 millones de dólares (280.000 millones de euros), aunque prefieren no dar datos sobre la inversión efectuada hasta este momento ni sobre lo que costaría usarlo. Los cálculos de Porsche Consulting, sin embargo, estiman que los eVTOL serán ventajosos en comparación con los automóviles solo para trayectos superiores a los 20 o 25 kilómetros.

Es decir, serían especialmente adecuados para viajar desde los aeropuertos hasta los hubs de despegue y aterrizaje que se construirán en las grandes ciudades. “La aviación eléctrica no es el futuro: ya está aquí y ahora”, inciden desde la compañía. “Comenzaremos poco a poco, pero una vez que crezcamos, este será el modo de transporte más seguro. No contamina el aire y ayudará con la descarbonización de la industria de la aviación”, esgrimen. Será un servicio, además, “para uso de todos”. “La forma en que la gente lo utilice será distinta entre ciudades y regiones (igual que ocurre con los usos de los automóviles y los diferentes modelos), pero la aviación eléctrica se convertirá en la norma en la próxima década”, remachan desde Volocopter.

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