A veces nos enfrentamos con conceptos que nos resultan difíciles de asimilar y entender. En 2020 cada ciudadano de la Unión Europea emitió, de media, unas 5,34 toneladas métricas de CO2 al año según la Agencia Europea de la Energía. Esta cifra palidece frente a las 12,98 toneladas métricas que emitían los ciudadanos americanos, pero se alza muy por encima de las 1,69 toneladas métricas de los habitantes de la India, y sobre todo, supera considerablemente la media mundial (4,39 toneladas métricas). Parece obvio que, en los tiempos que corren, cuanto menos CO2 emitamos, mejor. Pero ¿cuánto es mucho? ¿A qué se corresponde una tonelada métrica?

El caso de la capa de ozono

En los años 70, científicos de todo el mundo alertaron de que determinados químicos (especialmente aerosoles) utilizados por las personas en su vida diaria estaban provocando un daño a la capa de ozono difícil de solucionar. El futuro se planteaba lleno de cánceres de piel, cataratas y la extinción de multitud de especies vegetales. Gracias a la acción planteada por la Convención de Viena por la Protección de la Capa de Ozono, la población fue capaz de revertir el daño. Se calcula que la capa de ozono estará completamente restablecida en torno a 2060 y varias zonas del planeta volverán a los niveles previos a 1980 en los próximos años.

La solución al agujero de la capa de ozono se propuso, se adoptó y tuvo efecto con rapidez. Y fue, precisamente, porque un agujero en la capa de ozono es algo sencillo de imaginar. Para todo el mundo estaba claro que un agujero en las capas protectoras del planeta no podía ser nada bueno. La definición del problema se convirtió en una de las claves para la aplicación de la solución. En el caso del cambio climático, una representación gráfica y clara del problema se muestra mucho más esquiva. Y ahí radica parte de nuestra incapacidad para contrarrestarlo.

Seeing CO2

Para el estudio londinense de diseño Extraordinary Facility, el diseño y sus aplicaciones son las herramientas perfectas para aumentar nuestro conocimiento sobre los gases de efecto invernadero. Pocas personas son capaces de imaginar toneladas métricas, kilotoneladas o megatoneladas. Es sencillamente imposible para aquellos que no están acostumbrados a manejar medidas de ese tipo. Por ello, la información sobre las emisiones de CO2 se presenta inasible. Extraordinary Facility, a través de su juego Seeing CO2, se han propuesto hacer las medidas de efecto invernadero mucho más asequibles.

La dinámica de Seeing CO2 es muy sencilla. A bordo de un coche que manejamos con el teclado, podemos ver el tamaño que tendrían diferentes medidas de gases en la vida real. Poniéndolas junto a monumentos como la torre Eiffel o accidentes geográficos como el monte Everest, podemos hacernos una idea (aunque imaginar el tamaño del monte Everest aún presente cierta dificultad) de hasta qué punto las emisiones de CO2 de los seres humanos son una barbaridad.

En palabras del fundador de Extraordinary Facility en declaraciones a la publicación sobre creatividad It’s nice that, a pesar de que Seeing CO2 parezca un juego, es «más como un artículo o un anuncio de servicio público que resulta que existe en un videojuego». Porque acercar este tipo de información a la gente es importante para que se hagan una idea de a lo que nos enfrentamos cuando hablamos del cambio climático.

Las comparaciones entre los volúmenes de emisiones de CO2 y monumentos y accidentes geográficos permiten una representación acertada del impacto que tiene nuestra actividad en el planeta. Saber que el Everest es más pequeño (en volumen) que 1 gigatonelada es útil para poder analizar cómo de dramáticas se verían las 35 gigatoneladas de CO2 que emitieron los seres humanos en el año 2019. O para evaluar hasta qué punto tiene sentido que más de 15 gigatoneladas se debiesen a la quema de carbón.

Imágenes cedidas por Seeing CO2.

Además, a través de Seeing Co2, los jugadores curiosos pueden hacerse una idea no solo del volumen de las emisiones de dióxido de carbono de los humanos a lo largo de un año, también pueden acceder a un ranking por países junto a la representación volumétrica de las emisiones de CO2 per cápita de muchos países diferentes. Así podrán comprobar cuáles son los países a la cabeza en emisiones por habitante (y sorprenderse de que no son los que uno se imagina) y, sobre todo, poner en relación con la realidad las necesidades de la lucha contra las emisiones de dióxido de carbono. Porque no significa lo mismo pedirle una reducción del 50% a un país que emite 13 toneladas métricas per cápita (EEUU) que a uno que solo emite 1,7 (India).

Imágenes cedidas por Seeing CO2.

¿Que qué es una tonelada métrica de CO2? Para responder esa pregunta tendrán que dirigirse a la página web de Extraordinary Facility y echar un (buen) rato conduciendo el coche azul de Seeing CO2.

Imágenes cedidas por Seeing CO2.
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