El primer hito en la historia de la construcción de túneles fue la conclusión en 1843 del primer túnel moderno en Londres bajo el río Támesis. Con la apertura de este túnel la ingeniería mundial dio un paso gigante en dirección a los sistemas de transporte modernos. Tener la capacidad de construir carreteras por debajo de accidentes geográficos como ríos y montañas sin necesidad de rodearlos abrió la puerta a los sistemas de transporte humanos de llegar a (casi) cualquier sitio. 

Con el paso del tiempo, los túneles se han convertido en una de las infraestructuras más útiles a la hora de planificar carreteras y vías férreas. No solo permiten salvar obstáculos del tamaño (literal) de una montaña, sino que, además, permiten esconder el tráfico urbano bajo tierra y reducir considerablemente la duración de los trayectos. Porque en 2022, igual que en 1843, la distancia más corta entre dos puntos sigue siendo una línea recta.

El túnel bajo el Támesis supuso un avance enorme en la planificación del transporte, pero no fue, ni mucho menos, la culminación de la práctica de agujerear la superficie terrestre para mover cosas. En los casi 200 años siguientes, la tunelación ha seguido avanzando hasta dar a los seres humanos algunas de las obras más impresionantes de la ingeniería. A continuación, tienes los 5 túneles más largos del mundo construidos por el hombre (hasta el día de hoy). 

5.-El túnel de San Gotardo

El túnel suizo de San Gotardo pertenece a las infraestructuras de la autopista A2 entre Basilea y Chiasso. Cuando se terminó de construir era el túnel más largo del mundo, con 16,9 kilómetros de longitud. Se construyó durante la década de 1970 a 1980 y se inauguró finalmente en septiembre de 1980.

Desde su inauguración hasta finales de 2005 tuvieron lugar en el túnel casi 900 accidentes de tráfico. El más grave tuvo lugar en 2001 y terminó con un incendio que obligó a un rediseño del sistema de funcionamiento para evitar que se repitiera. Así, desde la reapertura a finales de 2001 hasta 2002, la circulación solo se permitía de forma alterna (dos horas por cada sentido). 

4.-Túnel de Jinpingshan (China)

El túnel de Jinpingshan en China tiene una longitud total de 17,5 kilómetros y se encuentra en la provincia de Sichuan. Se trata del túnel de acceso a la presa de Jinping (la más alta del mundo) y no está abierto al tráfico civil, por lo que, en realidad, solo lo recorren los vehículos autorizados para ello. Por esta razón, la información disponible sobre el túnel de Jinpingshan es relativamente limitada.

Parte de su trazado discurre a más de 2 375 metros de profundidad debido a que se encuentra justo debajo de las montañas de Jinpingshan, lo que hace de este túnel el segundo más profundo del mundo. 

3.-El túnel de Zhongnanshan

El túnel de Zhongnanshan cruza la sierra de Qinling entre Batour y Beihai al sur de China. Discurre 18 kilómetros bajo las montañas de Qinling y desde su inauguración en 2007, y durante siete años, fue el túnel más largo de Asia. Forma parte de la autopista de Xi’an Ankang, que conecta los condados de Changan y Zhashui. Debido a su localización bajo la sierra de Qinling, en algunos puntos llega a discurrir a más de 1 640 metros por debajo del nivel de la superficie. 

Algunas zonas del túnel están equipadas con plantas artificiales y luces de colores que tratan de dificultar que los conductores sufran somnolencia por la inactividad que supone circular por un túnel. 

2.-El túnel de Yamate

A 30 metro bajo la superficie, el túnel japonés de Yamate tiene un total de 18,2 kilómetros. Comenzó a construirse en el año 1992 y el primer tramo se abrió en 2007, retrasándose hasta 2015 la apertura total. El túnel de Yamate contiene la Ruta Circular Central de la autopista de peaje de Tokyo y discurre en su mayor parte por debajo de la calle tokiota de Yamate. 

Además del título de segundo túnel más largo del mundo, el túnel de Yamate también tiene el honor de ser el túnel urbano más largo del planeta

1.-El túnel de Laerdal

Con sus 24 kilómetros y medio, el túnel de Laerdal es el más largo del mundo y atraviesa varias formaciones montañosas entre Laerdal y Aurland, al oeste de Noruega. Los trabajos de construcción del túnel de Laerdal se iniciaron en 1995 y se llevaron a término a finales del año 2000. Por su longitud, y los 20 minutos de trayecto que supone, la iluminación del túnel se ha diseñado para paliar el estrés de los conductores. El resultado es una iluminación que da la impresión de estar conduciendo a la luz del día y es tan espectacular que ha provocado que haya quien ha decidido celebrar su boda dentro del túnel.

A lo largo del trayecto, diversas cuevas permiten ejecutar los cambios de sentido, así como descansar sin que el trayecto se haga demasiado tedioso. A pesar de que no contiene salidas de seguridad, el uso de cualquiera de los teléfonos o los extintores de seguridad que se encuentran a lo largo del túnel activa unas señales luminosas que ponen sobre aviso a los demás conductores de que deben dirigirse a la salida más próxima.

Además, por si a alguien le hace falta entretenimiento a bordo, el túnel también cuenta con conexión a internet. 

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